"Sonata de primavera", de Ramón María del Valle- Inclán
Buenas :)))
Como os avisé, he estado un tiempo sin poder actualizar. Pero ya estoy operativa de nuevo :P
La reseña de hoy es uno de los clásicos de la literatura española del siglo XX. Está incluido en una serie de cuatro volúmenes, conocidos como "Las sonatas": primavera, verano, otoño e invierno.
De momento solo he leído completa la primera, como reza el título de esta entrada. La segunda está en proceso xD
Se trata de una novela corta, protagonizada por el Marqués de Bradomín: donjuán incorregible, es el medio del escritor para criticar y ridiculizar la rígida moral cristiana española de la época (fue publicado en la primera década del siglo XX).
En cada sonata asistimos al recuerdo, desde la vejez, de uno de los amores de este empedernido galán asociado a una estación del año.
En esta ocasión, pues, viajamos a la primavera italiana para observar de primera mano cómo el Marqués quedó prendado de María del Rosario, la mayor y virginal hija de una antigua conocida del protagonista. Esta muchacha es pura, cándida, dulce, amable, servicial... El Marqués se enamora de ella perdidamente. Pero claro, ¿cómo hacer florecer una historia de amor carnal con alguien con vocación de santa y un pie puesto en un convento? Así es que el marqués sufre, sufre como nunca lo había hecho. Por si fuera poco, es amenazado y atacado.
Como veis, la historia lo tiene todo :)
La prosa es modernista (de hecho, la obra es un referente del movimiento modernista). Por lo tanto, es un lenguaje muy descriptivo y primoroso el que nos narra las aventuras y desventuras del Marqués. Casi se diría que Valle- Inclán hace filigranas de plata con las palabras.
Anochecía cuando la silla de posta traspuso la Puerta
Salaria y comenzamos a cruzar la campiña llena de
misterio y de rumores lejanos. Era la campiña clásica de
las vides y de los olivos, con sus acueductos ruinosos, y
sus colinas que tienen la graciosa ondulación de los
senos femeninos. La silla de posta caminaba por una
vieja calzada: Las mulas del tiro sacudían pesadamente
las colleras, y el golpe alegre y desigual de los cascabeles
despertaba un eco en los floridos olivares. Antiguos
sepulcros orillaban el camino y mustios cipreses dejaban
caer sobre ellos su sombra venerable. La silla de posta
seguía siempre la vieja calzada, y mis ojos fatigados de
mirar en la noche, se cerraban con sueño. Al fin
quedéme dormido, y no desperté hasta cerca del
amanecer, cuando la luna, ya muy pálida, se desvanecía
en el cielo. Poco después, todavía entumecido por la
quietud y el frío de la noche, comencé a oír el canto de
madrugueros gallos, y el murmullo bullente de un arroyo
que parecía despertarse con el sol.
María del Rosario era pálida, con los ojos negros, llenos de luz
ardiente y lánguida. Las otras, en todo semejantes a su madre, tenían dorados los ojos y el
cabello. La Princesa tomó asiento en un ancho sofá de damasco carmesí, y empezó a
hablarme en voz baja. Sus hijas se retiraron en silencio, despidiéndose de mí con una
sonrisa, que era a la vez tímida y amable. María del Rosario salió la última. Creo que además
de sus labios me sonrieron sus ojos, pero han pasado tantos años, que no puedo asegurarlo.
Lo que recuerdo todavía es que viéndola alejarse, sentí que una nube de vaga tristeza me
cubría el alma. La Princesa se quedó un momento con la mirada fija en la puerta por donde
habían desaparecido sus hijas, y luego, con aquella suavidad de dama amable y devota, me
dijo:
- ¡Ya las conoces!
Calló, y un largo estremecimiento de agonía recorrió su cuerpo. Había hablado con apagada
voz, impregnada de apacible y sereno desconsuelo. La huella de sus ojeras se difundió por la
mejilla, y sus ojos cada vez más hundidos en las cuencas, se nublaron con una sombra de
muerte. Luego quedó estirado, rígido, indiferente, la cabeza torcida, entreabierta la boca
por la respiración, el pecho agitado. Todos permanecimos de rodillas, irresolutos, sin osar
llamarle ni movernos por no turbar aquel reposo que nos causaba horror. Allá abajo
exhalaba su perpetuo sollozo la fuente que había en medio de la plaza, y se oían las voces de
unas niñas que jugaban a la rueda: Cantaban una antigua letra de cadencia lánguida y
nostálgica. Un rayo de sol abrileño y matinal brillaba en los vasos sagrados del altar, y los
familiares rezaban en voz baja, edificados por aquellos devotos escrúpulos que torturaban el
alma cándida del prelado... Yo, pecador de mí, empezaba a dormirme, que había corrido
toda la noche en silla de posta, y cansa cuando es larga una jornada.
Reconozco que al principio me costó un poco leerlo porque, a pesar de ser una prosa brillante (brillantísima), no es a la que estoy acostumbrada, y los verbos y las expresiones antiguas dificultan un poco la lectura.
Una vez superado este escollo, llegué a la inmensa crítica que Valle- Inclán hace a la sociedad de su tiempo. ¡Qué manera de reírse de su moral! Un ejemplo muy claro son las últimas líneas del tercer fragmento que os he colgado, ¿os habéis fijado? :P
Por otra parte, el argumento... es lamentable decirlo pero me ha aburrido un poco (la "Sonata de verano" me está gustando mucho más, tanto porque la prosa es muchísimo más bella como porque la trama me genera mucho más interés). No tenía lo que se dice intriga por saber qué ocurriría en las siguientes páginas, más bien una ligera curiosidad. La verdad es que, excepto la parte de los ataques (me encantó; inesperado y con muchísimo suspense y adrenalina. La desilusión llegó cuando comprobé que quedan sin resolver :S), ya sabía aproximadamente lo que iba a ocurrir y, de hecho, acerté con el final.
Pero bueno, en conjunto creo que me ha aportado mucho su lectura: tanto por aprender de uno de los maestros de la palabra española como por vislumbrar, por un agujerito, cómo se vivía en aquellos tiempos de principios del siglo anterior.
Espero que os animéis a leerlo y que luego me contéis qué os ha parecido :)
Nos vemos :D
Iratxe
Las lecturas de este tipo resultan encantadoras. Requieren como bien dices de una cierta paciencia para hacerse con un lenguaje exótico por lo antiguo, pero a cambio nos aportan pasajes como el que has citado.
ResponderEliminar¿Cómo has llegado a intersarte por Valle Inclán? Sería interesante que lo explicaras. En mi caso, una profe de literatura del instituto que era genial y vivía apasionadamente su asignatura me descubrió autores por los que yo, de propia iniciativa creo que nunca hubiera catado...
Un saludo
¡Hola! :)
EliminarJeje mis profesores de literatura también han tenido mucha culpa en esto de ser una devoralibros :P
Pero, en concreto con este autor, tenía una cuenta pendiente con Valle- Inclán y sus "Sonatas" desde que, con 12 años, leí el artículo "Nadie dijo que fuera fácil" de Arturo Pérez- Reverte :)
Gracias por tu comentario ^_^
Un abrazo :D
¡Buenas buenas! Después de siglos paso a comentarte este blog ajajaja es lo que pasa cuando llevas meses estudiando, que cuando ves un poquito de tiempo libre te metes hasta el fondo en algo y llevo un buen rato mirando tus reseñas (y antes estuve aprendiendo sobre la cultura surcoreana y luego el budismo nichiren, para que veas jajajaja).
ResponderEliminarMe gusta muchísimo tu forma de escribir las reseñas, ¡que bien te expresas mija! No hay nada que me gusta más que leer a alguien que sabe expresarse bien.... Por otro lado, viendo tus reseñas me acaban de dar ganas de leer "El tiempo entre costuras", porque pensaba que las disfrutarían más personas de otras generaciones (a mi madre le encantó) y pensaba ver solo la serie... pero viendo lo que te encantó, y siendo más o menos de la misma generación, voy a empezar la novela estas vacaciones :)
Por otro lado, puedes añadirme a la lista de personas que se cagó de miedo (hablando mal jajajajajaja), con "El príncipe de la Niebla". Ruíz Zafón es uno de mis autores españoles favoritos y aunque creo que su trilogía juvenil se merecía historias algo más profundas, me encantaron las 3 y estoy pendiente de leer la 3º parte de "La sombra del viento". Por ahora quería comentarte esto, voy a seguir leyendo a ver si encuentro algo más que me llame la atención ^^
Y si aceptas sugerencias para leer, ¿ya te dije que tienes que darle una oportunidad a Murakami? Algunos de sus libros tienen una temática tan enrevesada que te puedes liar, pero creo que para empezar "Tokio Blues" o el último, "Los años de peregrinación del chico sin color" son los mejores, porque se centran más en la relaciones de los personajes que en las cosas raras que pasan mucho en sus libros xD si le das la oportunidad, empieza a leer sin prejuicios y prepárate para páginas y páginas de descripción de cosas de la vida cotidiana y para a veces quedarte en 33 porque muchas preguntas se quedan sin respuesta. Yo creo que con él no hay término medio, o te encantan sus historias o las odias, así que si finalmente te decides a darle una oportunidad, espero que me digas lo que piensas sin cortarte, porque sé que no es un autor para todo el mundo y cada persona tiene una sensación diferente al terminar sus libros (por ejemplo, una de mis compañeras de piso se deprimió tanto con Tokio Blues que no ha vuelto a leerle más, pero es mi novela de cabecera cuando me siento deprimida y al final siempre me siento mejor jajajajaja.
Un beso enorme y ya nos leemos ;)
¡Buenas! :P
EliminarJeje muchas gracias :),
Pues la verdad es que no he leído nada de Murakami, pero si lo hago (que tendré en cuenta tu sugerencia) ten por seguro que lo reseñaré e iré a contarte qué me ha parecido :D
Ya me contarás qué opinas de "El tiempo entre costuras" si al final lo lees :)
Jaja ¡ya somos dos! ^_^
Opino muy parecido a ti respecto a Zafón. He leído el último de "La sombra del viento" y pareció brutal. Ya intercambiaremos impresiones cuando lo leas ;P
Un beso grande, guapa, siempre un placer leer tus comentarios :)