"Requiem", de Lauren Oliver (Delirium 3, NO LEÁIS LA RESEÑA SI NO HABÉIS LEÍDO "Delirium" y "Pandemonium")

Holaa :)

Al fin estoy aquí otra vez, con un nuevo libro.

Esta vez os traigo la tercera parte de una trilogía, por eso os decía que no leyerais la reseña si no habéis leído el resto, no sea que os destripe algo importante.

Si habéis leído la entrada de este blog de "Los cinco mejores personajes femeninos", ya conoceréis a Lena.
En esta nueva entrega de la saga, Lena me ha vuelto a sorprender. Ha evolucionado desde que llegara a la Tierra Salvaje, sola, perdida y con el alma rota en pedazos. En el segundo libro se reconstruyó a sí misma y descubrió un lado agresivo, seguro de sí misma, líder, que jamás hubiera esperado encontrar en su interior.

Rompe con su pasado tras la muerte de Álex, entierra todo lo que alguna vez fue en el rincón más profundo de su ser, bajo capas y capas de esfuerzo, lucha antisistema, la Tierra Salvaje.
Conoce a Julián, otro chico que le permite respirar en la oscuridad aterradora y asfixiante en que la ha sumido la pérdida del hombre que convirtió en aire sus principios y sus miedos solo con besos y caricias.
Todo eso se ve destruido en este libro; Álex irrumpe cambiado, distinto, como si Lena fuera una traidora a la que ni siquiera vale la pena mirar a la cara. 
Ella lo nota, tanto como nota las miradas acuciantes de Julián, quien saltó al otro lado y lo dejó todo por ella, uniéndose a los inválidos.

Lena está rota por dentro, como un cristal al que le hubieran dado un puñetazo y se hubiera fragmentado en mil trocitos. 
Recoge cada pedacito y lo entierra donde están todos los recuerdos, porque como dice Raven el pasado está muerto y hay que mirar hacia delante.
Y su futuro es Julián.
Sin embargo... Álex está demasiado cerca para olvidarlo. Y Julián lo sabe.

Eso genera una tensión continua que mantiene al lector alerta, desgranando cada uno de los pensamientos, sentimientos y sensaciones de Lena como si nosotros mismos estuviéramos ahí, espectros invisibles escondidos en su espalda, escuchando su respiración y sintiendo su furia, su dolor, la culpa que la lastra por dentro cada vez que se cuela en su mente. Sentimos con ella cada salida del sol y cada balazo que cruza el aire, cada golpe en las costillas y cada encuentro con el agua helada de los ríos de la Tierra Salvaje.
Lo sentimos TODO. Lauren Oliver, sencillamente, hace magia con las palabras. 

Por otro lado, el ritmo de la historia es trepidante, no te permite nada más que pasar y pasar una página tras otra, y siempre quieres saber más.
Hay misterios escondidos hasta debajo de las piedras, siempre un motivo que mantiene el suspense y la intriga.

Hasta ahora solo os había hablado de Lena.
Pero... ¿y qué hay de Hana?
En esta ocasión, Hana es mucho más importante que en las anteriores entregas. Lena y ella se alternan los capítulos, de forma que nos escurrimos en su mente y percibimos las pesadillas agónicas, sus ganas de olvidarlo todo y ser una curada corriente y feliz... y también los ramalazos de culpa, de curiosidad, de sospecha... que no debería sentir.

He conectado en general con todos los personajes, tal es la forma tan humana y compleja en que la autora nos los presenta.
Puedes pensar que tú jamás harías lo que él o ella, pero entonces sale a la luz un rasgo o unos hechos con los que no contabas que hacen que le comprendas.
Sea de un bando u otro.

Eso es una cosa que me ha gustado especialmente; a pesar de que los lectores estamos claramente predispuestos a opinar y sentir que las Autoridades son manipuladoras y crueles y que los inválidos y la Resistencia tienen la razón... la autora nos ofrece pequeños rayos de luz inesperados que hacen que nos replanteemos nuestra postura. 
Que le demos otra vuelta de tuerca a la situación política e ideológica que nos plantea.

Esa es una de las partes que más me ha gustado de la historia, los planteamientos políticos e ideológicos de los que parte y a los que da pie, junto con las escenas de lucha (Lena es brava, muy brava) y el suspense que se respira entre líneas.
Y por supuesto, la evolución de los personajes.
En cambio... el triángulo amoroso entre Lena, Álex y Julián me ha decepcionado.
Viví la relación entre Álex y Lena en el primer libro con pasión, como si me estuviera pasando a mí. Y en el segundo fue más o menos lo mismo con Julián, aunque un poco menos.
Sin embargo, en "Requiem" me ha parecido una relación descafeinada, vacía. Nada que ver con "Delirium".

Respecto a los personajes secundarios (y no tan secundarios), son inolvidables: Raven, Tack, toda la gente de la Tierra Salvaje, la madre de Lena, Grace, el... de Fred Hargrove. Son muy buenos, todos.

En cuanto al final, me sentí muy sorprendida porque ¡no termina aquí! ¡La historia continúa! 
Es decir, continúa para los personajes, porque es un final muy muy abierto (puñalada por la espalda que me llevé al enterarme de que esta era la última entrega de la saga).
Así que claro, yo me quedé sin las respuestas que había perseguido durante toda la novela.
Eso fue un poco chasco, pero en fin... Eso me pasa por no ir preparada.

En conjunto, quitando la decepción del triángulo amoroso que ya os he comentado, me ha encantado.

Os recomiendo la saga al cien por cien.

¡Disfrutad del finde!

Iratxe :)

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